Por: David gonzález ™
Para escuchar estas TELECONFERENCIAS EDUCATIVAS
GRABADAS
Solo marca: 1(832) 551-5185. Clave: 102007#
1.-EL PRINCIPIO
DE LA SIEMBRA Y LA COSECHA: Clave: 12347#
2.-EL PRINCIPIO
DE LA LEY DEL TOPE: Clave: 123411#
3.-EL PRINCIPIO
DE LA LEY DE LA INFLUENCIA: Clave: 123412#
4.-EL PRINCIPIO
DE LA LEY DE LA CONSTANCIA: Clave: 123413#
5.-EL PRINCIPIO
DE LA LEY DE LA PREPARACION: Clave: 123414#
6.-EL PRINCIPIO
DE LA LEY DEL COMPROMISO: Clave: 123415#
7.-EL PRINCIPIO
DE LA LEY DE LA CONFIANZA: Clave: 123416#
8.-EL PRINCIPIO
DE LA LEY DEL RESPETO: Clave: 123417#
9.-EL PRINCIPIO
DE LA LEY DE LA INTUICION: Clave: 123418#
10. EL PRINCIPO DE LA LEY DEL MAGNETISMO: Clave:
123420#
PRINCIPIO DE LIDERAZGO: LA LEY DEL
MAGNETISMO.
- En un círculo
profesional o personal se atrae a quien es como uno mismo.
Los mejores atraen a los
mejores. Otro ejemplo de cosecha propia, a las pocas semanas de llegar a la
presidencia, Barack Obama recibió más de 300.000 currículums para trabajar con
él. Mientras que George W. Bush sólo recibió 44.000 durante todo su mandato.
“La Ley del Magnetismo” nos enseña que cada día tenemos
que ser mejores personas, ya que depende de nosotros atraer a personas valiosas
a nuestras vidas.
Cuando hablamos de magnetismo lo primero que nos viene
a la mente son dos imanes que se atraen o rechazan. Pero hay también otro tipo
de magnetismo regido por las mismas leyes, que es el que generamos las personas
con nuestros pensamientos. Dichos pensamientos emiten una energía vibratoria
que funciona como si fuese una antena. Esta manda una frecuencia y atrae
exactamente otra vibración de la misma frecuencia. El principio de la Ley del
Magnetismo, basado en la física cuántica, señala que una energía emitida
atraerá únicamente otra energía melliza o igual.
Los pensamientos son disparadores de energía. Aunque
no podamos ver esa corriente con nuestros sentidos, ella existe y atrae energía
semejante todo el tiempo: el 100% de las veces sin fallar.
Esta es una Ley Universal.
Un pensamiento negativo atraerá energía/circunstancias
negativas y un pensamiento positivo atraerá energía/circunstancias positivas.
Cuando sintonizamos la radio para escuchar música clásica, ésta envía una señal
y obviamente lo que recibiremos como respuesta a nuestro mensaje energético es
música clásica. Es la única recepción posible. No escucharemos Hip Hop, Tango o
Rock’n Roll.
La vida se traduce de esa manera.
No hay forma de engañar o quebrantar la Ley del
magnetismo. Ella funciona en el Universo siempre de la misma forma: tanto en el
caso de imanes, como de pensamientos. Sean nuestros pensamientos positivos o
negativos, sea nuestra intención buena o mala: la Ley del magnetismo continúa
actuando y respondiendo.
“Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces,
entonces estás peor que antes.” Confucio
No somos víctimas. Cada evento que nos va sucediendo cotidianamente
forma parte del magnetismo que generamos con nuestros pensamientos ya que somos
seres creadores y por ende concebimos la realidad que vivimos, lo cual nos hace
100% responsables de donde nos encontramos hoy. Por supuesto que cuesta mucho
entender que uno sea responsable de trabajar para el jefe incompetente que
tenemos, o de vivir en un lugar que no nos gusta, o haber provocado la falta de
esto o la necesidad de aquello. ¿Cómo es que si uno tiene el poder de crear lo
que quiere, va a crear justamente lo que no le gusta? Lo primero que se nos
cruza por la cabeza es dejar de aprender sobre esta ley, la Ley del magnetismo
y la función que tienen nuestros pensamientos en nuestra vida. Sin embargo no
es recomendable desechar la importancia de esta ley sin antes haber ahondado un
poco más en los fundamentos de la misma. Luego podremos decidir si la
aplicación a la ley del magnetismo no tiene ningún beneficio o por el contario
entenderemos el profundo y valioso mecanismo creativo con el que cada individuo
viene a esta vida y que la gran mayoría de las personas desconoce. Démonos la
oportunidad de continuar descubriendo y aprendiendo el uso práctico y esencial
que la Ley del magnetismo tiene en el ser humano.
-¿Sabes que tienes el poder de crear tu propia realidad?
-¿Nos hemos percatado que podemos hacerlo sin necesidad de depender de
nada ni nadie?
-¿Conocemos el poder de los pensamientos y la función que nuestras
emociones tienen en el proceso de crear la vida que soñamos?
Si nos detenemos unos minutos a observar con
honestidad el tipo de pensamientos que generamos y luego miramos nuestra vida
es probable que encontremos coincidencias.
Por ejemplo, una persona piensa:
“Es muy difícil ganar un buen sueldo. Las cosas en la
vida cuestan mucho y sin sacrificio no se logra nada. Yo trabajo duro y no me
quejo pero pienso que la vida es injusta y me debe el reconocimiento a mi
esfuerzo.”
Esta persona seguramente estará generando una realidad
donde no tiene un buen sueldo o si por el contrario gana bien, no lo valora o
no lo reconoce ya que su pensamiento lo expresa muy claramente: “La vida es
injusta y me debe…”
Esta persona ha creado: insatisfacción, sacrificio, dificultades reales
o imaginarias.
Tal vez alguien desde afuera crea que esta persona
está equivocada y su percepción de las circunstancias le indique que en la vida
de esta persona no hay motivo para quejarse, pero eso es justamente una
percepción y la percepción que sólo vale en la vida de esta persona es la de
ella misma, ya que esta persona es la dueña/creador
de sus pensamientos y por ende de su vida.
Todo el tiempo tenemos la posibilidad de elegir. Estamos siempre generando nuestra realidad.
El cambio no sucede mágicamente o de casualidad sino que uno mismo lo crea,
seamos conscientes de ello o no. Entender cómo funciona la Ley del magnetismo
es de gran ayuda ya que nos permite comprender los mecanismos que usamos para
manifestar lo que estamos viviendo hoy. Si no nos gusta lo que vivimos podemos
cambiarlo. La Ley del magnetismo es simple y la podemos aplicar ya.
“La vida es
hermosa. Vivirla no es una casualidad.” Albert
Einstein
Pensar y sentir genuinamente que somos los diseñadores
de nuestra realidad nos pone en una posición activa y de responsabilidad ante
la vida que deseamos crear. Podemos cambiar lo que no nos gusta en forma
consciente cuando cambiamos la forma de pensar y por consiguiente nuestro
magnetismo. Ambos están íntimamente ligados.
¿Cómo se empieza a pensar diferente?
A través de un proceso de creación consciente. El ser
humano debe preguntarse:
¿Qué quiero vivir?
¿Qué deseo que me pase?
¿Qué quiero experimentar?
¿Qué tipo de trabajo
ambiciono?
¿Qué cosas me gustan?
¿Qué tipo de pareja o de
relaciones pretendo en mi vida?
Y por sobre todo, la mayor
pregunta es: ¿Por qué? ¿Por qué quiero lo que quiero? Detente un minuto y respóndete
esa pregunta.
A veces pasamos tanto tiempo pensando, conversando,
quejándonos o escribiendo sobre lo que no nos gusta que nos olvidamos de
aquellas cosas que desearíamos vivir. Nos cuesta más trabajo escribir una lista
de lo que queremos lograr en la vida, que de aquellas cosas que nos mantienen
en un estado de insatisfacción constante y sobre las que irónicamente hablamos
y pensamos todo el tiempo.
“La inteligencia consiste no solo en el
conocimiento sino también en la destreza de aplicar los conocimientos a la
práctica.” Aristóteles
Hay que empezar a visualizar lo deseado. Cada vez que
pensemos en ello estaremos mandando una señal, una vibración.
Para muchas personas este paso es muy difícil de
aplicar ya que se encuentran limitadas por el concepto de escasez u otros
miedos.
Lamentablemente a muchos de nosotros se nos ha educado
con la idea de que vivimos en un mundo de escasez y que la abundancia y lo
bueno sólo le suceden a los otros.
Nuevamente seguimos atrayendo lo que pensamos: escasez
o la percepción de que vivimos en escasez (no importa cuán buena sea nuestra
situación económica).
El Universo es infinitamente rico y hay abundancia
para todos.
El individuo es quien tiene mentalidad de escasez.
Hay gente de dinero que vive miserablemente y gente
modesta que celebra y comparte un pedazo de pan, agradeciendo y apreciando la
abundancia en su vida.
A la vez hay personas que viven
felices y han podido crear un balance donde el amor y la abundancia fluyen en
todas sus formas.
¿Qué es lo que deseo?
¿Qué quiero y por qué?
¿Hacia dónde me están llevando
mis pensamientos y mis acciones?
¿Qué siento cuando pienso en
mi vida?
¿Qué siento cuando pienso en
el presente, en este instante?
¿Qué siento cuando pienso en
lo que deseo?
¿Qué siento cuando pienso en
mí?
¿Qué emociones evocan mis
pensamientos?
¿Siento dolor, angustia, rencor, frustración,
odio, conformismo, alegría, amor, esperanza, satisfacción, éxito…?
¿La emoción que siento en este
instante está provocada por el presente o por recuerdos del pasado?
Está comprobado científicamente que vivimos más del
95% del día en forma inconsciente o automática. Esto se debe al poder que
tienen los hábitos sobre nosotros, lo cual indica que la gran parte del día la
vivimos de forma mecánica manejados por lo habitual, las costumbres, los
hábitos.
Tratemos entonces de llenar ese espacio automático de
la rutina con hábitos y pensamientos nuevos que nosotros decidimos elegir hoy,
y liberémonos de las resistencias que nos mantienen paralizados.
”Si cambio el pensamiento, cambio
el hábito.”
La mayoría de las personas vivimos pensando,
recordando y repitiendo el pasado o proyectándonos a un futuro incierto,
olvidando que el presente es el único punto de cambio porque es lo único real
con lo que disponemos. Todo nuestro poder y potencial está en el presente.
Aquí. Ahora. Ya.
Si el presente que vivo es un fiel reflejo de mi
pasado es porque estoy pensando todo el tiempo en el pasado y así recreándolo y
repitiéndolo en este instante.
Tal vez las circunstancias y personas que nos rodean
hoy son otras pero nuestras emociones (miedos, ansiedades, frustraciones,
limitaciones, complejos) son exactamente las que experimentábamos en el pasado
y continuamos sintiendo hoy.
Un pequeño giro en la forma de pensar produce cambios.
Es necesario enfocarnos en que queremos y porque lo
queremos, lo cual evocará una emoción. Dicha emoción nos acercará o distanciará
de lo que deseamos:
*Me siento bien (en cualquiera de sus formas y grados) me acerco a lo
que quiero manifestar.
*Me siento mal (en cualquiera de sus formas y grados) me alejo de mi
deseo.
El “cómo” y “cuándo” se darán… las cosas no nos
corresponde a nosotros manejarlo ni decidirlo. El Universo, Dios, el Ser
Superior es quien sabe la mejor forma y el momento indicado para manifestar lo
que deseamos.
Estar atentos es nuestra función. Estemos atentos a
las nuevas ideas que nos vienen a la cabeza o a las situaciones que se
presentan.
Por ejemplo: yendo a la tienda me encuentro
casualmente con la persona que trae una solución a mi problema o recibo la
llamada que esperaba.
El “cuándo” y “cómo” manifestar lo que deseo me lleva
a querer manejar las situaciones externas que están más allá de mi control y
eso va justamente en contra de la Ley del magnetismo, la cual alienta el fluir
con la vida, CONFIANDO que todo está bien y merezco lo que anhelo.
LOS LÍDERES EFICACES SIEMPRE ESTÁN a la mira de
personas valiosas. Creo que cada uno de nosotros lleva una lista mental del
tipo de gente que nos gustaría tener en nuestra organización. ¿Sabes qué tipo de personas estás buscando
ahora mismo?
¿Cómo describiría a los empleados o socios perfectos?
¿Qué cualidades poseen estos individuos?
¿Quieres que sean dinámicos y emprendedores?
¿Está buscando líderes?
¿Deseas que sean personas de veinte, cuarenta, o
sesenta años?
Detente ahora por un momento, y escribe una lista de
las cualidades que deseas en la gente de tu equipo.
Busque una pluma, y escribe la lista ahora, (antes de seguir tu lectura).
¿Qué determina si obtienes las personas que deseas y
si éstas poseen las cualidades que buscas?
La respuesta puede sorprenderte. Aunque no lo creas, lo que tú quieres no es lo que determina
qué tipo de individuos has de obtener, sino
lo que tú eres.
Observa la lista que acabas de escribir y al lado de
cada característica marca con un # 10 si tu posees esa cualidad.
Por ejemplo, si escribiste que te gustaría tener
“grandes líderes” y tú eres un líder excelente, entonces coincide. Pon un # 10
al lado de la cualidad.
Si tu liderazgo no sobrepasa el promedio, pon una “X”
Si escribiste que deseas gente “emprendedora” y tú
posees esa cualidad, coloca un #10. Si no la posees, escribe una “X”; y así continua con el resto de las cualidades.
Ahora revisa toda la lista. Y si encuentras
muchas “X”, entonces tú estás en problemas porque las personas que has descrito
no son el tipo de gente que querrá seguirte.
En la mayor parte de las situaciones, tú atraes a
personas que poseen tus cualidades.
Y esa es la Ley del Magnetismo: Usted atrae sólo a personas como usted.
LAS PERSONAS COMO USTED LO BUSCARAN
Obviamente, es posible que un líder salga a reclutar
personas diferentes a él.
Los buenos líderes saben que uno de los secretos del
buen éxito es buscar un personal que compense los puntos débiles de ellos. Así
pueden concentrarse y funcionar en sus áreas fuertes mientras otros se hacen
cargo de asuntos importantes que en otra forma serían descuidados.
Pero es muy importante que sepas que las personas diferentes
no serán atraídas a ti por naturaleza. Los líderes atraen a individuos que son
como ellos.
Por ejemplo, piense en los Cowboys de Dallas de la NFL
[National
Football League]. En los años sesentas y setentas, la imagen del
equipo era totalmente limpia. El presidente y gerente general del equipo era
Tex Schramm, y Tom Landry era el director. Los jugadores eran hombres como
Roger Staubach, llamado “Captain Comeback” un hombre de familia con fuertes
valores morales, similares a los de Tom Landry. En esos días, los Cowboys eran
conocidos como “el Equipo de Norteamérica”. Eran uno de los grupos de
atletas más populares de todo el país y eran respetados, no sólo por el talento
y el carácter de los individuos asociados a la organización, sino también por
su increíble capacidad de trabajar en equipo. Conforme establecían una
tradición de victorias en Dallas, seguían atrayendo más ganadores.
Pero durante los pasados 10 años, los Cowboys de
Dallas se han convertido en un tipo de equipo muy diferente. No sólo han
cambiado ellos, sino también su imagen. En vez de trabajar en equipo, a veces
parecen un grupo de individuos vagamente asociados que únicamente juegan por su
propio beneficio. (Desafortunadamente, como el país también ha cambiado, creo
que aún pueden ser llamados “el equipo de Norteamérica”.) Algunos jugadores,
como el receptor abierto Michael Irvin, han tenido problemas con la ley. Hasta
el director Barry Switzer se vio varias veces envuelto en problemas, como
cuando trató de pasar un arma cargada a través de la entrada de seguridad de un
aeropuerto.
¿Por qué ha cambiado tan drásticamente el aspecto del
equipo?
Es la Ley del Magnetismo.
En 1989, cambiaron los dueños de los Cowboys. El nuevo
dueño, Jerry Jones, es individualista y un poco disidente. No tuvo escrúpulos
en salir y firmar sus propios acuerdos con compañías de zapatos o de refrescos,
a pesar de que todos los equipos de la NFL ya habían firmado un contrato
colectivo con una compañía competidora.
No es de extrañar que los Cowboys no gocen de la
reputación que una vez tuvieron, aun a pesar de sus últimas victorias en el Súper
Bowl.
Al McGuire, antiguo director de baloncesto de
Marquette University, dijo una vez: “Un equipo debe ser una extensión de la
personalidad de su director, de su líder.
Mis equipos eran arrogantes y detestables”.
Así que los equipos no pueden ser otra cosa que una
extensión de la personalidad del director.
Afortunadamente, Dallas contrató hace poco a un nuevo
director, Chan Gailey. Este es un buen líder con carácter y valores fuertes. Si
se le concede suficiente tiempo y autoridad, tal vez pueda atraer a
bastantes personas como él para cambiar completamente a los Cowboys.
Entonces la Ley del Magnetismo podrá tener un buen efecto SOBRE Dallas,
pero esto no sucederá de la noche a la mañana.
Tal vez haz comenzado a pensar en la gente que has
atraído a tu organización.
Tal vez estés pensando: “Espera un momento. Puedo
mencionar veinte cosas que me hacen diferente a mi gente”. Mi respuesta sería:
“Por supuesto que puedes”. Pero las personas que se sienten atraídas a ti
probablemente tengan más similitudes que diferencias, especialmente en unos
cuantos aspectos claves. Observa las siguientes características.
Probablemente descubrir que la gente que te sigue
tiene cosas en común contigo en varios de los siguientes aspectos claves:
Actitud
Muy raras veces he visto gentes positivas y negativas
atraídas unas a otras. La gente que ve la vida como una serie de oportunidades
y retos emocionantes no quiere escuchar a otros hablar todo el tiempo de lo mal
que salen las cosas. Sé que esto se aplica a mí. No puedo pensar en una sola
persona negativa alrededor de mí… y si la hay, la ilumino con mi luz para que
cambie su actitud.
Si hablas con los representantes de mi compañía y
todos mis asistentes principales, te darás cuenta de que cada uno de ellos es
una persona especialmente positiva.
Generación
La gente tiende a atraer a otros de la misma edad. Mis
líderes principales son un buen ejemplo. Entre la edad de mis asistentes y la
mía sólo hay 3 ó 4 años de diferencia. Pero no solamente pon atención a la
generación con respecto a la edad, sino también a la generación con respecto a
los gustos y a la sinergia.
Valores
Los individuos son atraídos a líderes cuyos valores
son similares a los de ellos. Piense en la gente que acudió a tropel ante el
presidente John F. Kennedy después de su elección en 1960. Él era un joven
idealista que quería cambiar el mundo, y atraía a personas de un perfil
similar. Cuando formó el Cuerpo de Paz y llamó al pueblo al servicio, diciendo:
“No pregunte qué puede hacer su país por usted; pregunte qué puede hacer usted
por su país”, miles de personas jóvenes e idealistas dieron un paso al frente
en respuesta al llamado.
No importa si los valores comunes son positivos o
negativos. En cualquier forma, la atracción es igualmente fuerte. Piense en
alguien como Adolfo Hitler. Era un líder muy fuerte. Pero sus valores eran
corrompidos hasta la médula. ¿A qué clase de personas atraía? A líderes con
valores similares:
La Ley del Magnetismo es poderosa.
Cualquiera que sea de tu carácter, es probable que lo encuentres en la
gente que te sigue.
Experiencia
La experiencia es otra área de atracción para la
gente. Por ejemplo, cuando hablo a un nuevo auditorio, en treinta segundos
puedo decir a qué grupo de orador están acostumbrados a escuchar. Si con
regularidad escuchan comunicadores dinámicos y dotados, son un público
inteligente y entusiasta. Uno puede verlo en los rostros. Se les nota una gran
expectativa, su lenguaje gestual es positivo, y cuando uno se dispone a hablar,
ellos ya tienen papel y lápiz para tomar notas. Pero si están acostumbrados a
un comunicador mediocre, me doy cuenta de que sólo toman notas mentalmente.
Capacidad de Liderazgo
Por último, la gente que usted atrae tendrá una
capacidad de liderazgo similar a la suya. Como dije al tratar de la Ley del
Respeto, la gente por naturaleza sigue a los líderes que son más fuertes
que ellos. Pero usted también debe tomar en cuenta la Ley del Magnetismo, que
establece que sólo atraes a los que son como tú.
Eso significa que si tú, en lo que respecta al
liderazgo, eres un 7, atraerá más a los 5 y 6 que a los 2 y 3. Los líderes
que atraigas tendrán un estilo y una capacidad similares a las tuyas.
Cambia el
curso de la historia
Podemos ver un ejemplo vívido de la Ley del Magnetismo
entre los líderes militares de la Guerra Civil. Cuando los estados del sur se
separaron, no se sabía en qué lado pelearían muchos de los generales. Robert E.
Lee era considerado el mejor general de la nación, y el presidente Lincoln le
ofreció el comando del ejército de la Unión. Pero Lee nunca habría considerado pelear
contra Virginia, su estado natal. Rechazó la oferta y se unió a los Estados
Confederados —y lo siguieron los mejores generales del país.
Si Lee hubiese decidido dirigir un ejército de la
Unión, muchos otros buenos generales lo habrían seguido al norte. Como
resultado, probablemente la guerra habría sido mucho más corta. Habría durado 2
años en vez de 5 —y cientos de miles de vidas habrían sido salvadas. Esto demuestra
que cuanto mejor líder seas, mejores líderes atraerás. Y eso causa un
impacto increíble en todo lo que haces.
¿Cómo es la gente que actualmente
atraes a tu equipo u organización?
¿Son los líderes potenciales
fuertes y capaces que realmente deseas? ¿O podrían ser mejores? Recuerda que la
buena calidad de ellos no depende del procedimiento de búsqueda, ni de tu departamento
de recursos humanos, ni de lo que tú crees que es la cualidad del grupo.
Depende de ti como líder. Tú sólo atraes a los que son como tú. Esa es la Ley
del Magnetismo.
David gonzález ™
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