Wednesday, April 17, 2013

PRINCIPIO DE LIDERAZGO: LA LEY DEL MAGNETISMO. Por: David gonzález ™



Por: David gonzález ™
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 1.-EL PRINCIPIO DE LA SIEMBRA Y LA COSECHA: Clave: 12347# 
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 3.-EL PRINCIPIO DE LA LEY DE LA INFLUENCIA: Clave: 123412#
 4.-EL PRINCIPIO DE LA LEY DE LA CONSTANCIA: Clave: 123413#
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 6.-EL PRINCIPIO DE LA LEY DEL COMPROMISO: Clave: 123415#
 7.-EL PRINCIPIO DE LA LEY DE LA CONFIANZA: Clave: 123416#
 8.-EL PRINCIPIO DE LA LEY DEL RESPETO: Clave: 123417#
 9.-EL PRINCIPIO DE LA LEY DE LA INTUICION: Clave: 123418#
10. EL PRINCIPO DE LA LEY DEL MAGNETISMO: Clave: 123420#

PRINCIPIO DE LIDERAZGO: LA LEY DEL MAGNETISMO.
- En un círculo profesional o personal se atrae a quien es como uno mismo. 
Los mejores atraen a los mejores. Otro ejemplo de cosecha propia, a las pocas semanas de llegar a la presidencia, Barack Obama recibió más de 300.000 currículums para trabajar con él. Mientras que George W. Bush sólo recibió 44.000 durante todo su mandato.
“La Ley del Magnetismo”  nos enseña que cada día tenemos que ser mejores personas, ya que depende de nosotros atraer a personas valiosas a nuestras vidas.
Cuando hablamos de magnetismo lo primero que nos viene a la mente son dos imanes que se atraen o rechazan. Pero hay también otro tipo de magnetismo regido por las mismas leyes, que es el que generamos las personas con nuestros pensamientos. Dichos pensamientos emiten una energía vibratoria que funciona como si fuese una antena. Esta manda una frecuencia y atrae exactamente otra vibración de la misma frecuencia. El principio de la Ley del Magnetismo, basado en la física cuántica, señala que una energía emitida atraerá únicamente otra energía melliza o igual.

Los pensamientos son disparadores de energía. Aunque no podamos ver esa corriente con nuestros sentidos, ella existe y atrae energía semejante todo el tiempo: el 100% de las veces sin fallar.
Esta es una Ley Universal.
Un pensamiento negativo atraerá energía/circunstancias negativas y un pensamiento positivo atraerá energía/circunstancias positivas. Cuando sintonizamos la radio para escuchar música clásica, ésta envía una señal y obviamente lo que recibiremos como respuesta a nuestro mensaje energético es música clásica. Es la única recepción posible. No escucharemos Hip Hop, Tango o Rock’n Roll.
La vida se traduce de esa manera.

No hay forma de engañar o quebrantar la Ley del magnetismo. Ella funciona en el Universo siempre de la misma forma: tanto en el caso de imanes, como de pensamientos. Sean nuestros pensamientos positivos o negativos, sea nuestra intención buena o mala: la Ley del magnetismo continúa actuando y respondiendo.

“Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces estás peor que antes.”  Confucio

No somos víctimas. Cada evento que nos va sucediendo cotidianamente forma parte del magnetismo que generamos con nuestros pensamientos ya que somos seres creadores y por ende concebimos la realidad que vivimos, lo cual nos hace 100% responsables de donde nos encontramos hoy. Por supuesto que cuesta mucho entender que uno sea responsable de trabajar para el jefe incompetente que tenemos, o de vivir en un lugar que no nos gusta, o haber provocado la falta de esto o la necesidad de aquello. ¿Cómo es que si uno tiene el poder de crear lo que quiere, va a crear justamente lo que no le gusta? Lo primero que se nos cruza por la cabeza es dejar de aprender sobre esta ley, la Ley del magnetismo y la función que tienen nuestros pensamientos en nuestra vida. Sin embargo no es recomendable desechar la importancia de esta ley sin antes haber ahondado un poco más en los fundamentos de la misma. Luego podremos decidir si la aplicación a la ley del magnetismo no tiene ningún beneficio o por el contario entenderemos el profundo y valioso mecanismo creativo con el que cada individuo viene a esta vida y que la gran mayoría de las personas desconoce. Démonos la oportunidad de continuar descubriendo y aprendiendo el uso práctico y esencial que la Ley del magnetismo tiene en el ser humano.

-¿Sabes que tienes el poder de crear tu propia realidad?
-¿Nos hemos percatado que podemos hacerlo sin necesidad de depender de nada ni nadie?
-¿Conocemos el poder de los pensamientos y la función que nuestras emociones tienen en el proceso de crear la vida que soñamos?

Si nos detenemos unos minutos a observar con honestidad el tipo de pensamientos que generamos y luego miramos nuestra vida es probable que encontremos coincidencias.

Por ejemplo, una persona piensa:
“Es muy difícil ganar un buen sueldo. Las cosas en la vida cuestan mucho y sin sacrificio no se logra nada. Yo trabajo duro y no me quejo pero pienso que la vida es injusta y me debe el reconocimiento a mi esfuerzo.”
Esta persona seguramente estará generando una realidad donde no tiene un buen sueldo o si por el contrario gana bien, no lo valora o no lo reconoce ya que su pensamiento lo expresa muy claramente: “La vida es injusta y me debe…”

Esta persona ha creado: insatisfacción, sacrificio, dificultades reales o imaginarias.

Tal vez alguien desde afuera crea que esta persona está equivocada y su percepción de las circunstancias le indique que en la vida de esta persona no hay motivo para quejarse, pero eso es justamente una percepción y la percepción que sólo vale en la vida de esta persona es la de ella misma, ya que esta persona es la dueña/creador de sus pensamientos y por ende de su vida.

Todo el tiempo tenemos la posibilidad de elegir.  Estamos siempre generando nuestra realidad. El cambio no sucede mágicamente o de casualidad sino que uno mismo lo crea, seamos conscientes de ello o no. Entender cómo funciona la Ley del magnetismo es de gran ayuda ya que nos permite comprender los mecanismos que usamos para manifestar lo que estamos viviendo hoy. Si no nos gusta lo que vivimos podemos cambiarlo. La Ley del magnetismo es simple y la podemos aplicar ya.

 “La vida es hermosa. Vivirla no es una casualidad.” Albert Einstein

Pensar y sentir genuinamente que somos los diseñadores de nuestra realidad nos pone en una posición activa y de responsabilidad ante la vida que deseamos crear. Podemos cambiar lo que no nos gusta en forma consciente cuando cambiamos la forma de pensar y por consiguiente nuestro magnetismo. Ambos están íntimamente ligados.
¿Cómo se empieza a pensar diferente?
A través de un proceso de creación consciente. El ser humano debe preguntarse:
    ¿Qué quiero vivir?
    ¿Qué deseo que me pase?
    ¿Qué quiero experimentar?
    ¿Qué tipo de trabajo ambiciono?
    ¿Qué cosas me gustan?
    ¿Qué tipo de pareja o de relaciones pretendo en mi vida?

Y por sobre todo, la mayor pregunta es: ¿Por qué? ¿Por qué quiero lo que quiero? Detente un minuto y respóndete esa pregunta.

A veces pasamos tanto tiempo pensando, conversando, quejándonos o escribiendo sobre lo que no nos gusta que nos olvidamos de aquellas cosas que desearíamos vivir. Nos cuesta más trabajo escribir una lista de lo que queremos lograr en la vida, que de aquellas cosas que nos mantienen en un estado de insatisfacción constante y sobre las que irónicamente hablamos y pensamos todo el tiempo.

 “La inteligencia consiste no solo en el conocimiento sino también en la destreza de aplicar los conocimientos a la práctica.”  Aristóteles

Hay que empezar a visualizar lo deseado. Cada vez que pensemos en ello estaremos mandando una señal, una vibración.
Para muchas personas este paso es muy difícil de aplicar ya que se encuentran limitadas por el concepto de escasez u otros miedos.
Lamentablemente a muchos de nosotros se nos ha educado con la idea de que vivimos en un mundo de escasez y que la abundancia y lo bueno sólo le suceden a los otros.
Nuevamente seguimos atrayendo lo que pensamos: escasez o la percepción de que vivimos en escasez (no importa cuán buena sea nuestra situación económica).

El Universo es infinitamente rico y hay abundancia para todos.
El individuo es quien tiene mentalidad de escasez.
Hay gente de dinero que vive miserablemente y gente modesta que celebra y comparte un pedazo de pan, agradeciendo y apreciando la abundancia en su vida.
A la vez hay personas que viven felices y han podido crear un balance donde el amor y la abundancia fluyen en todas sus formas.   
     ¿Qué es lo que deseo?
     ¿Qué quiero y por qué?
     ¿Hacia dónde me están llevando mis pensamientos y mis acciones?
     ¿Qué siento cuando pienso en mi vida?
     ¿Qué siento cuando pienso en el presente, en este instante?
     ¿Qué siento cuando pienso en lo que deseo?
     ¿Qué siento cuando pienso en mí?
     ¿Qué emociones evocan mis pensamientos?
     ¿Siento dolor, angustia, rencor, frustración, odio, conformismo, alegría, amor, esperanza, satisfacción, éxito…?
    ¿La emoción que siento en este instante está provocada por el presente o por recuerdos del pasado?

Está comprobado científicamente que vivimos más del 95% del día en forma inconsciente o automática. Esto se debe al poder que tienen los hábitos sobre nosotros, lo cual indica que la gran parte del día la vivimos de forma mecánica manejados por lo habitual, las costumbres, los hábitos.

Tratemos entonces de llenar ese espacio automático de la rutina con hábitos y pensamientos nuevos que nosotros decidimos elegir hoy, y liberémonos de las resistencias que nos mantienen paralizados.
”Si cambio el pensamiento, cambio el hábito.”
La mayoría de las personas vivimos pensando, recordando y repitiendo el pasado o proyectándonos a un futuro incierto, olvidando que el presente es el único punto de cambio porque es lo único real con lo que disponemos. Todo nuestro poder y potencial está en el presente. Aquí. Ahora. Ya.

Si el presente que vivo es un fiel reflejo de mi pasado es porque estoy pensando todo el tiempo en el pasado y así recreándolo y repitiéndolo en este instante.
Tal vez las circunstancias y personas que nos rodean hoy son otras pero nuestras emociones (miedos, ansiedades, frustraciones, limitaciones, complejos) son exactamente las que experimentábamos en el pasado y continuamos sintiendo hoy.

Un pequeño giro en la forma de pensar produce cambios.
Es necesario enfocarnos en que queremos y porque lo queremos, lo cual evocará una emoción. Dicha emoción nos acercará o distanciará de lo que deseamos:

*Me siento bien (en cualquiera de sus formas y grados) me acerco a lo que quiero manifestar.

*Me siento mal (en cualquiera de sus formas y grados) me alejo de mi deseo.

El “cómo” y “cuándo” se darán… las cosas no nos corresponde a nosotros manejarlo ni decidirlo. El Universo, Dios, el Ser Superior es quien sabe la mejor forma y el momento indicado para manifestar lo que deseamos.
Estar atentos es nuestra función. Estemos atentos a las nuevas ideas que nos vienen a la cabeza o a las situaciones que se presentan.
Por ejemplo: yendo a la tienda me encuentro casualmente con la persona que trae una solución a mi problema o recibo la llamada que esperaba.
El “cuándo” y “cómo” manifestar lo que deseo me lleva a querer manejar las situaciones externas que están más allá de mi control y eso va justamente en contra de la Ley del magnetismo, la cual alienta el fluir con la vida, CONFIANDO que todo está bien y merezco lo que anhelo.

LOS LÍDERES EFICACES SIEMPRE ESTÁN a la mira de personas valiosas. Creo que cada uno de nosotros lleva una lista mental del tipo de gente que nos gustaría tener en nuestra organización.  ¿Sabes qué tipo de personas estás buscando ahora mismo?
¿Cómo describiría a los empleados o socios  perfectos?
¿Qué cualidades poseen estos individuos?
¿Quieres que sean dinámicos y emprendedores?
¿Está buscando líderes?
¿Deseas que sean personas de veinte, cuarenta, o sesenta años?
Detente ahora por un momento, y escribe una lista de las cualidades que deseas en la gente de tu equipo.
Busque una pluma, y escribe la lista ahora, (antes de seguir tu lectura).
¿Qué determina si obtienes las personas que deseas y si éstas poseen las cualidades que buscas?
La respuesta puede sorprenderte. Aunque no lo creas, lo que tú quieres no es lo que determina qué tipo de individuos has de obtener, sino lo que tú eres.
Observa la lista que acabas de escribir y al lado de cada característica marca con un # 10 si tu posees esa cualidad.
Por ejemplo, si escribiste que te gustaría tener “grandes líderes” y tú eres un líder excelente, entonces coincide. Pon un # 10 al lado de la cualidad.
Si tu liderazgo no sobrepasa el promedio, pon una “X”
Si escribiste que deseas gente “emprendedora” y tú posees esa cualidad, coloca un #10. Si no la posees, escribe una “X”;  y así continua con el resto de las cualidades.
Ahora revisa toda la lista. Y si encuentras muchas “X”, entonces tú estás en problemas porque las personas que has descrito no son el tipo de gente que querrá seguirte.
En la mayor parte de las situaciones, tú atraes a personas que poseen tus cualidades.
Y esa es la Ley del Magnetismo: Usted atrae sólo a personas como usted.

 LAS PERSONAS COMO USTED LO BUSCARAN
Obviamente, es posible que un líder salga a reclutar personas diferentes a él.
Los buenos líderes saben que uno de los secretos del buen éxito es buscar un personal que compense los puntos débiles de ellos. Así pueden concentrarse y funcionar en sus áreas fuertes mientras otros se hacen cargo de asuntos importantes que en otra forma serían descuidados.
Pero es muy importante que sepas que las personas diferentes no serán atraídas a ti por naturaleza. Los líderes atraen a individuos que son como ellos.
Por ejemplo, piense en los Cowboys de Dallas de la NFL [National Football League]. En los años sesentas y setentas, la imagen del equipo era totalmente limpia. El presidente y gerente general del equipo era Tex Schramm, y Tom Landry era el director. Los jugadores eran hombres como Roger Staubach, llamado “Captain Comeback” un hombre de familia con fuertes valores morales, similares a los de Tom Landry. En esos días, los Cowboys eran conocidos como “el Equipo de Norteamérica”. Eran uno de los grupos de atletas más populares de todo el país y eran respetados, no sólo por el talento y el carácter de los individuos asociados a la organización, sino también por su increíble capacidad de trabajar en equipo. Conforme establecían una tradición de victorias en Dallas, seguían atrayendo más ganadores.
Pero durante los pasados 10 años, los Cowboys de Dallas se han convertido en un tipo de equipo muy diferente. No sólo han cambiado ellos, sino también su imagen. En vez de trabajar en equipo, a veces parecen un grupo de individuos vagamente asociados que únicamente juegan por su propio beneficio. (Desafortunadamente, como el país también ha cambiado, creo que aún pueden ser llamados “el equipo de Norteamérica”.) Algunos jugadores, como el receptor abierto Michael Irvin, han tenido problemas con la ley. Hasta el director Barry Switzer se vio varias veces envuelto en problemas, como cuando trató de pasar un arma cargada a través de la entrada de seguridad de un aeropuerto.
¿Por qué ha cambiado tan drásticamente el aspecto del equipo?
Es la Ley del Magnetismo.
En 1989, cambiaron los dueños de los Cowboys. El nuevo dueño, Jerry Jones, es individualista y un poco disidente. No tuvo escrúpulos en salir y firmar sus propios acuerdos con compañías de zapatos o de refrescos, a pesar de que todos los equipos de la NFL ya habían firmado un contrato colectivo con una compañía competidora.
No es de extrañar que los Cowboys no gocen de la reputación que una vez tuvieron, aun a pesar de sus últimas victorias en el Súper Bowl.

Al McGuire, antiguo director de baloncesto de Marquette University, dijo una vez: “Un equipo debe ser una extensión de la personalidad de su director, de su líder.
Mis equipos eran arrogantes y detestables”.
Así que los equipos no pueden ser otra cosa que una extensión de la personalidad del director.

Afortunadamente, Dallas contrató hace poco a un nuevo director, Chan Gailey. Este es un buen líder con carácter y valores fuertes. Si se le concede suficiente tiempo y autoridad, tal vez pueda atraer a bastantes personas como él para cambiar completamente a los Cowboys.
Entonces la Ley del Magnetismo podrá tener un buen efecto SOBRE Dallas, pero esto no sucederá de la noche a la mañana.

Tal vez haz comenzado a pensar en la gente que has atraído a tu organización.
Tal vez estés pensando: “Espera un momento. Puedo mencionar veinte cosas que me hacen diferente a mi gente”. Mi respuesta sería: “Por supuesto que puedes”. Pero las personas que se sienten atraídas a ti probablemente tengan más similitudes que diferencias, especialmente en unos cuantos aspectos claves. Observa las siguientes características.
Probablemente descubrir  que la gente que te sigue tiene cosas en común contigo en varios de los siguientes aspectos claves:

Actitud
Muy raras veces he visto gentes positivas y negativas atraídas unas a otras. La gente que ve la vida como una serie de oportunidades y retos emocionantes no quiere escuchar a otros hablar todo el tiempo de lo mal que salen las cosas. Sé que esto se aplica a mí. No puedo pensar en una sola persona negativa alrededor de mí… y si la hay, la ilumino con mi luz para que cambie su actitud.
Si hablas con los representantes de mi compañía y todos mis asistentes principales, te darás cuenta de que cada uno de ellos es una persona especialmente positiva.

Generación
La gente tiende a atraer a otros de la misma edad. Mis líderes principales son un buen ejemplo. Entre la edad de mis asistentes y la mía sólo hay 3 ó 4 años de diferencia. Pero no solamente pon atención a la generación con respecto a la edad, sino también a la generación con respecto a los gustos y a la sinergia.

Valores
Los individuos son atraídos a líderes cuyos valores son similares a los de ellos. Piense en la gente que acudió a tropel ante el presidente John F. Kennedy después de su elección en 1960. Él era un joven idealista que quería cambiar el mundo, y atraía a personas de un perfil similar. Cuando formó el Cuerpo de Paz y llamó al pueblo al servicio, diciendo: “No pregunte qué puede hacer su país por usted; pregunte qué puede hacer usted por su país”, miles de personas jóvenes e idealistas dieron un paso al frente en respuesta al llamado.
No importa si los valores comunes son positivos o negativos. En cualquier forma, la atracción es igualmente fuerte. Piense en alguien como Adolfo Hitler. Era un líder muy fuerte. Pero sus valores eran corrompidos hasta la médula. ¿A qué clase de personas atraía? A líderes con valores similares:
La Ley del Magnetismo es poderosa.
Cualquiera que sea de tu carácter, es probable que lo encuentres en la gente que te sigue.

Experiencia
La experiencia es otra área de atracción para la gente. Por ejemplo, cuando hablo a un nuevo auditorio, en treinta segundos puedo decir a qué grupo de orador están acostumbrados a escuchar. Si con regularidad escuchan comunicadores dinámicos y dotados, son un público inteligente y entusiasta. Uno puede verlo en los rostros. Se les nota una gran expectativa, su lenguaje gestual es positivo, y cuando uno se dispone a hablar, ellos ya tienen papel y lápiz para tomar notas. Pero si están acostumbrados a un comunicador mediocre, me doy cuenta de que sólo toman notas mentalmente.

Capacidad de Liderazgo
Por último, la gente que usted atrae tendrá una capacidad de liderazgo similar a la suya. Como dije al tratar de la Ley del Respeto, la gente por naturaleza sigue a los líderes que son más fuertes que ellos. Pero usted también debe tomar en cuenta la Ley del Magnetismo, que establece que sólo atraes a los que son como tú.
Eso significa que si tú, en lo que respecta al liderazgo, eres un 7, atraerá más a los 5 y 6 que a los 2 y 3. Los líderes que atraigas tendrán un estilo y una capacidad similares a las tuyas.

Cambia el curso de la historia
Podemos ver un ejemplo vívido de la Ley del Magnetismo entre los líderes militares de la Guerra Civil. Cuando los estados del sur se separaron, no se sabía en qué lado pelearían muchos de los generales. Robert E. Lee era considerado el mejor general de la nación, y el presidente Lincoln le ofreció el comando del ejército de la Unión. Pero Lee nunca habría considerado pelear contra Virginia, su estado natal. Rechazó la oferta y se unió a los Estados Confederados —y lo siguieron los mejores generales del país.
Si Lee hubiese decidido dirigir un ejército de la Unión, muchos otros buenos generales lo habrían seguido al norte. Como resultado, probablemente la guerra habría sido mucho más corta. Habría durado 2 años en vez de 5 —y cientos de miles de vidas habrían sido salvadas. Esto demuestra que cuanto mejor líder seas, mejores líderes atraerás. Y eso causa un impacto increíble en todo lo que  haces.
¿Cómo es la gente que actualmente atraes a tu equipo u organización?
¿Son los líderes potenciales fuertes y capaces que realmente deseas? ¿O podrían ser mejores? Recuerda que la buena calidad de ellos no depende del procedimiento de búsqueda, ni de tu departamento de recursos humanos, ni de lo que tú crees que es la cualidad del grupo. Depende de ti como líder. Tú sólo atraes a los que son como tú. Esa es la Ley del Magnetismo.

David gonzález ™

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